Lo que nos trae aquí este comentario es el título del disco, Omega. Evidentemente, este dato nos conduce a la última letra del alfabeto griego. ¿Pero por qué? Para ello deberemos indagar algo más en este disco. Este trabajo es una magnífica fusión del flamenco con el rock, pero lo más interesante si cabe, es que las letras pertenecen al poeta Federico García Lorca y al cantautor Leornad Cohen. Las letras de Lorca son fragmentos que pertencen a su composición poética Poeta en Nueva York, que retratan la experiencia del poeta de su estancia en Nueva York (1929-1930), además las funde con copillas populares y fragmentos lorquianos, anteriormente interpretados por Cohen.
Con el título Omega el cantaor intenta dar la imagen de obra "final" es una obra sobre el fin absoluto, la última consecuencia existencial del ser humano. El encuentro definitivo entre Morente y Lorca, entre un granadino vivo y otro muerto, entre la vida y la muerte; en fin, entre el flamenco del siglo XXI y la visión del autor del “Romancero Gitano”, que coinciden en sus viajes a Nueva York, el lugar surreal de los insectos, la muerte lenta y la esperanza proyectada en la Luna. Es probablemente la obra más atrevida y arriesgada de Morente, la más difícil, la más incomprensible, pero también la más revolucionaria, transgresora.
Morente eligió el título de Omega para su obra musical, tiene que ver algo con el subtítulo que le dio Lorca: “Poema para muertos”. No se trata, pues, de un poema para los muertos, una necrología dedicada a los desaparecidos, sino más bien a gentes muertas, apagadas, destrozadas, desesperadas, simbolizadas en la metáfora repetidamente utilizada de los insectos. Se dice que Lorca quedó fascinado por Nueva York y el estilo de vida que observó durante su estancia. Pero, también se dice, que esta fascinación tuvo mucho que ver con la consternación y el espanto que le produjo. Los muertos vivientes de la metrópolis del dólar, el escenario de la alienación absoluta: “No solloces. Silencio, que no nos sientan”, dice el poeta granadino, para añadir su desilusión ante la realidad: “Se cayeron las estatuas al abrirse la gran puerta”. La realidad no perdona y las ilusiones sólo producen ambigüedad: “Tengo un guante de mercurio y otro de seda”.
Omega es la última letra del alfabeto, es el fin del camino, el fin de la existencia, es la metáfora perfecta para una composición musical que alcanza lo excelso. Se trata de un disco vanguardista y ecléctico, una mezcla de lo clásico y lo contemporáneo. Se trata de una obra muy criticada e incomprendida en su tiempo (1996) pero que con el paso del mismo, se reconoce como una "obra genial", como en muchos casos, le pasara al mismo Lorca. La historia siempre se repite.
Aquí os dejo una muestra, pero os invito a que conozcáis el disco completo.
Sí queréis saber más información os recomiendo el trabajo de G. Steingress (de donde he obtenido estos datos)
Lagartija Nick y Enrique Morente - Manhattan
Letra:
Me condenaron a veinte años de hastío Por intentar cambiar el sistema desde dentro ahora vengo a desquitarme primero conquistaremos Manhattan después conquistaremos Berlin Me guía una señal en los cielos me guía esta marca de mi piel me guía la belleza en nuestras armas primero conquistaremos Manhattan después conquistaremos Berlin Quisiera estar siempre contigo me gusta tu cuerpo, tu espíritu, tu ropa pero ¿ves esa fila que avanza en la estación? te dije, ya te dije que yo era uno de ellos Me amaste como perdedor y te preocupa que pueda vencer sabes como detenerme y no me sabes tu comprender ¿Cuántas veces recé para volver a empezar? primero conquistaremos Manhattan después conquistaremos Berlin Recuerda que yo vivía para la música recuerda que de mi te mantenías hoy es el día del padre y estamos heridos primero conquistaremos Manhattan después conquistaremos Berlin.