Adhesiones en defensa de las clásicas, documento para las Universidades en relación a la ponderación de las materias de mérito en el acceso a la universidad.
El profesorado de Latín y Griego de la Enseñanza Secundaria de la Comunidad Valenciana, ante el apresurado acuerdo suscrito por las universidades (acuerdo firmado el 14 de mayo de 2009, vinculante para el acceso a la UV, UA, UJI, UA, UMH, UPV) para las nuevas PAU, que prioriza para su ponderación como materias de mérito determinadas asignaturas para cada grado de estudios universitarios, quiere hacer constar los siguientes aspectos:
El profesorado de Latín y Griego de la Enseñanza Secundaria de la Comunidad Valenciana, ante el apresurado acuerdo suscrito por las universidades (acuerdo firmado el 14 de mayo de 2009, vinculante para el acceso a la UV, UA, UJI, UA, UMH, UPV) para las nuevas PAU, que prioriza para su ponderación como materias de mérito determinadas asignaturas para cada grado de estudios universitarios, quiere hacer constar los siguientes aspectos:
1. Que siendo lógico que en un bachillerato breve y con abundantes modalidades y materias a combinar, las facultades y escuelas universitarias puedan señalar unas asignaturas de valoración preferente, no se entiende bien la drástica separación producida entre los estudios vinculados legalmente en su conjunto al bachillerato de Humanidades y Sociales, en que la materia de modalidad Latín II sólo es ponderada al baremo 0’2, como materia de mérito, para las Filologías, estudios de Traducción e Interpretación, Historia y Geografía, Filosofía y Estudios en el Ámbito del Turismo, y la materia de modalidad Griego II, únicamente para las Filologías. Sorprende también tan especializada separación cuando se pretende el entronque con unos grados del Plan Bolonia que se anuncian como más generalistas que los planes hasta ahora vigentes.
2. Que no es necesario demostrar el valor propedéutico del estudio de las lenguas clásicas, entre otras aplicaciones, como fuente de estructuración lingüística y de dominio del registro culto y científico que cualquier aspirante a estudiante universitario debería poseer, muy especialmente si estamos hablando de quienes en su conjunto van a abordar estudios humanístico-sociales, estudio que en el marco de los sistemas secundarios europeos recibe una atención mucho mayor sin ser cuestionado, debido precisamente a su validez y utilidad en todas las lenguas romances e indoeuropeas, que de las lenguas clásicas nutren su acervo lingüístico en todos los niveles medios y altos. Asimismo llama la atención que en el proceso de creación de un marco europeo también para estudios universitarios, y dado el papel que estas lenguas y sus contenidos culturales han tenido y tienen en la configuración de Europa, a diferencia del resto de los sistemas europeos, estas materias cuenten con tan escaso reconocimiento aquí, especialmente en carreras en que siempre han tenido una aplicación muy directa. Su estudio y su productividad vienen avalados por muchos años y muchas generaciones de gentes bien formadas en ellas.
4. Que resulta ilógico y sorprendente que para estudios de profesionales que han de trabajar con la herramienta lingüística ante todo y sobre todo, como son por ejemplo el Periodismo o la Publicidad, el Derecho y la Criminología, la Información y Documentación, o incluso el Magisterio, brille por su ausencia una ponderación preferente de las lenguas que previamente van a desarrollar y consolidar precisamente esa capacidad vital para ellos, y que no aparezca reforzada en el acuerdo ni siquiera una de ellas. Sin mermar la utilidad y aplicación de otras materias valoradas en el documento, creemos que sin duda lo señalado constituye una carencia inexplicable. Es pasmoso que se considere más importante una Geografía de un nivel, que dos años de Latín para un abogado o jurista, o para un periodista, e incluso para un experto en Documentación que ha de cursar Archivística y seguramente enfrentarse en un futuro trabajo a archivos documentales e históricos con amplia documentación en latín, si aspira a un puesto de trabajo de cierta envergadura. De ningún modo se entiende tampoco que las lenguas clásicas no contribuyan a forjar la perfección y claridad que ha de presidir la lengua de un futuro maestro. Y es tan absurdo, que hasta el presente curso académico, hemos formado a estos futuros profesionales, unas veces con opciones lingüísticas puras de Latín y Griego, y otras con opciones mixtas de Latín y Matemáticas, alumnos que han cursado y cursan sus estudios de Derecho, Comunicación Audiovisual, Periodismo o Magisterio, con enorme éxito y sin ningún detrimento posterior.
5. Que si bien es cierto que el documento emitido no obliga necesariamente a cursar única y exclusivamente las materias priorizadas, la premura en su emisión y su mal entendimiento, ha provocado en los centros en que se han querido rápidamente trasmitir las novedades, una
información parcial y altamente defectuosa en los alumnos, reorientando de manera absolutamente forzada una elección que en muchísimos casos ya tenían decidida. Forma más capacidades una materia bien asimilada y cursada con éxito, que otra simplemente a duras penas superada, si se diera el caso, por una elección forzosa inadecuada.
6. Que planteada directamente a unos alumnos de 4º de ESO la elección de materias del bachiller en función ya de una elección directa de carrera o profesión, barbaridad donde las haya, el alumnado, carente de todo criterio antes de cursar ciertas cosas, elige en función de la facies social trasmitida por medios sin ningún fundamento, sin conocer siquiera bien los contenidos y su propia relación individual con ellos, relación que se define en proceso de maduración que dura todo su bachiller. Es posible pues que tan drásticas separaciones mermen sus posibilidades y predeterminen su elección en un solo sentido.
7. Que puestos en común los datos aportados por un colectivo grande del profesorado, en la mayoría de los centros que han basado su veloz orientación en este documento, se observa una brutal caída de la demanda de lenguas clásicas para el próximo curso, por unos alumnos que en una gran proporción tenían decidida y asentada su elección de ellas hace menos de un mes. El detrimento ha hecho bajar tanto la demanda simultánea de Latín y Griego como especialmente la opción mixta, que combinaba la Historia del Mundo Contemporáneo con Latín y Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, con posibilidad de mantenimiento del Latín y las Matemáticas hasta el 2º curso o de opción preferente por una de ellas. Sólo por dar unos ejemplos sangrantes de un centro público y otro concertado, el instituto Dr. Balmis de la ciudad de Alicante, que dispone actualmente de un 1º de Humanidades de 35 alumnos, de los cuales unos cursan Latín y Griego y otros Latín y Matemáticas, registra actualmente sólo una solicitud para el año siguiente de tres alumnos que solicitan Latín y Griego. El centro EPLA de Valencia, concertado, de un grupo habitual de 25 a 30 alumnos de Latín, quedará reducido a un grupúsculo de 5 a 10 (la elección todavía ofrece dudas a ciertos alumnos). En general y como situación media, la reducción en la elección es de un 50 a un 66%., excepto en centros pequeños no afectados, que prácticamente han ignorado el documento y en los que la elección de materias y vías se ha producido aún como todos los años. Los hechos generan gran preocupación, no sólo por la pervivencia de unas materias ampliamente valoradas en el marco de la secundaria europea, sino porque su devaluación supone un desprecio cada vez más notorio a todos aquellos saberes de utilidad formativa a medio o largo plazo, frente a la cada vez más frecuente potenciación preferente de una aplicación inmediata y a corto plazo, tendencia que a veces ya se manifiesta en la primaria y que cada vez más convierte nuestras enseñanzas medias, en teoría no profesionalizadoras y dirigidas al desarrollo de capacidades y destrezas previas, en una especie de academia de anticipo prematuro de profesiones. Esto socava desde la base un sistema educativo e impide precisamente el desarrollo de capacidades y destrezas de base, polivalentes a largo plazo, que son el verdadero reto a lograr y constituyen en estos momentos la verdadera lacra que afecta a los usuarios de nuestro sistema educativo preuniversitario en su conjunto. Así alumnos que ya estaban cursando con alto provecho un Latín en 4º de ESO desde este curso, y que podían aspirar a tres niveles de tan beneficioso estudio para su formación de base, se sienten presionados por los departamentos de orientación y forzados a abandonarlo contra su voluntad e interés.
Por todos esos motivos, el colectivo de docentes de lenguas clásicas en las Enseñanzas Secundarias, atendiendo a intereses educativos del alumnado, y basándose en la Orden de 29 de Mayo del MEC (BOE de 4 de junio), en cuyo anexo se vinculan las materias de Latín y Griego, tanto a las ramas de Humanidades como a las Ciencias Sociales y Jurídicas , SOLICITA:
1. Una reflexión más profunda por parte de los gestores universitarios antes de considerar este documento aludido como definitivo y de aplicación para los próximos dos años.
2. Se tienda a igualar el número de materias valoradas para cada acceso específico: según especialidades va de 2 a 4, y eso genera una desigualdad de posibilidades entre los alumnos.
3. Se incluya la ponderación del Griego a 0,2 para los estudios de Humanidades, Historia del Arte, Filosofía y Traducción e Interpretación.
4. Se pondere como mínimo el Latín a 0,2 para el ingreso a los estudios de Derecho, Criminología, Periodismo e Información y Documentación, en que hasta ahora los alumnos accedían preferentemente con opciones mixtas de Latín y Matemáticas, o incluso con cuatro materias de modalidad, cursando Matemáticas y Economía y un Latín como materia de modalidad optativa durante sus dos años de bachillerato, o incluso con Latín y Griego: semejante rica y variada formación, elegida por ellos mismos, debería tener un claro refrendo universitario en todas sus variantes.
5. Se pondere el Latín y el Griego como materias meritorias junto a otras en estudios en que las artes de todo lenguaje son de valiosísima utilidad, como el Magisterio, la Publicidad o la Comunicación Audiovisual.
2. Que no es necesario demostrar el valor propedéutico del estudio de las lenguas clásicas, entre otras aplicaciones, como fuente de estructuración lingüística y de dominio del registro culto y científico que cualquier aspirante a estudiante universitario debería poseer, muy especialmente si estamos hablando de quienes en su conjunto van a abordar estudios humanístico-sociales, estudio que en el marco de los sistemas secundarios europeos recibe una atención mucho mayor sin ser cuestionado, debido precisamente a su validez y utilidad en todas las lenguas romances e indoeuropeas, que de las lenguas clásicas nutren su acervo lingüístico en todos los niveles medios y altos. Asimismo llama la atención que en el proceso de creación de un marco europeo también para estudios universitarios, y dado el papel que estas lenguas y sus contenidos culturales han tenido y tienen en la configuración de Europa, a diferencia del resto de los sistemas europeos, estas materias cuenten con tan escaso reconocimiento aquí, especialmente en carreras en que siempre han tenido una aplicación muy directa. Su estudio y su productividad vienen avalados por muchos años y muchas generaciones de gentes bien formadas en ellas.
3. Que no se entiende en absoluto cómo no se pondera también preferentemente el griego junto al latín, en otros estudios humanísticos puros como por ejemplo las Humanidades, la Historia del Arte o la Filosofía, cuya terminología técnica se basa en ambas lenguas clásicas, por no decir en estudios de traducción e interpretación, dado que el registro técnico de todas las lenguas modernas, que también un traductor ha de dominar, está absolutamente plagado de helenismos que constituyen un vocabulario interlingüístico e internacional.
4. Que resulta ilógico y sorprendente que para estudios de profesionales que han de trabajar con la herramienta lingüística ante todo y sobre todo, como son por ejemplo el Periodismo o la Publicidad, el Derecho y la Criminología, la Información y Documentación, o incluso el Magisterio, brille por su ausencia una ponderación preferente de las lenguas que previamente van a desarrollar y consolidar precisamente esa capacidad vital para ellos, y que no aparezca reforzada en el acuerdo ni siquiera una de ellas. Sin mermar la utilidad y aplicación de otras materias valoradas en el documento, creemos que sin duda lo señalado constituye una carencia inexplicable. Es pasmoso que se considere más importante una Geografía de un nivel, que dos años de Latín para un abogado o jurista, o para un periodista, e incluso para un experto en Documentación que ha de cursar Archivística y seguramente enfrentarse en un futuro trabajo a archivos documentales e históricos con amplia documentación en latín, si aspira a un puesto de trabajo de cierta envergadura. De ningún modo se entiende tampoco que las lenguas clásicas no contribuyan a forjar la perfección y claridad que ha de presidir la lengua de un futuro maestro. Y es tan absurdo, que hasta el presente curso académico, hemos formado a estos futuros profesionales, unas veces con opciones lingüísticas puras de Latín y Griego, y otras con opciones mixtas de Latín y Matemáticas, alumnos que han cursado y cursan sus estudios de Derecho, Comunicación Audiovisual, Periodismo o Magisterio, con enorme éxito y sin ningún detrimento posterior.
5. Que si bien es cierto que el documento emitido no obliga necesariamente a cursar única y exclusivamente las materias priorizadas, la premura en su emisión y su mal entendimiento, ha provocado en los centros en que se han querido rápidamente trasmitir las novedades, una
información parcial y altamente defectuosa en los alumnos, reorientando de manera absolutamente forzada una elección que en muchísimos casos ya tenían decidida. Forma más capacidades una materia bien asimilada y cursada con éxito, que otra simplemente a duras penas superada, si se diera el caso, por una elección forzosa inadecuada.
6. Que planteada directamente a unos alumnos de 4º de ESO la elección de materias del bachiller en función ya de una elección directa de carrera o profesión, barbaridad donde las haya, el alumnado, carente de todo criterio antes de cursar ciertas cosas, elige en función de la facies social trasmitida por medios sin ningún fundamento, sin conocer siquiera bien los contenidos y su propia relación individual con ellos, relación que se define en proceso de maduración que dura todo su bachiller. Es posible pues que tan drásticas separaciones mermen sus posibilidades y predeterminen su elección en un solo sentido.
7. Que puestos en común los datos aportados por un colectivo grande del profesorado, en la mayoría de los centros que han basado su veloz orientación en este documento, se observa una brutal caída de la demanda de lenguas clásicas para el próximo curso, por unos alumnos que en una gran proporción tenían decidida y asentada su elección de ellas hace menos de un mes. El detrimento ha hecho bajar tanto la demanda simultánea de Latín y Griego como especialmente la opción mixta, que combinaba la Historia del Mundo Contemporáneo con Latín y Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, con posibilidad de mantenimiento del Latín y las Matemáticas hasta el 2º curso o de opción preferente por una de ellas. Sólo por dar unos ejemplos sangrantes de un centro público y otro concertado, el instituto Dr. Balmis de la ciudad de Alicante, que dispone actualmente de un 1º de Humanidades de 35 alumnos, de los cuales unos cursan Latín y Griego y otros Latín y Matemáticas, registra actualmente sólo una solicitud para el año siguiente de tres alumnos que solicitan Latín y Griego. El centro EPLA de Valencia, concertado, de un grupo habitual de 25 a 30 alumnos de Latín, quedará reducido a un grupúsculo de 5 a 10 (la elección todavía ofrece dudas a ciertos alumnos). En general y como situación media, la reducción en la elección es de un 50 a un 66%., excepto en centros pequeños no afectados, que prácticamente han ignorado el documento y en los que la elección de materias y vías se ha producido aún como todos los años. Los hechos generan gran preocupación, no sólo por la pervivencia de unas materias ampliamente valoradas en el marco de la secundaria europea, sino porque su devaluación supone un desprecio cada vez más notorio a todos aquellos saberes de utilidad formativa a medio o largo plazo, frente a la cada vez más frecuente potenciación preferente de una aplicación inmediata y a corto plazo, tendencia que a veces ya se manifiesta en la primaria y que cada vez más convierte nuestras enseñanzas medias, en teoría no profesionalizadoras y dirigidas al desarrollo de capacidades y destrezas previas, en una especie de academia de anticipo prematuro de profesiones. Esto socava desde la base un sistema educativo e impide precisamente el desarrollo de capacidades y destrezas de base, polivalentes a largo plazo, que son el verdadero reto a lograr y constituyen en estos momentos la verdadera lacra que afecta a los usuarios de nuestro sistema educativo preuniversitario en su conjunto. Así alumnos que ya estaban cursando con alto provecho un Latín en 4º de ESO desde este curso, y que podían aspirar a tres niveles de tan beneficioso estudio para su formación de base, se sienten presionados por los departamentos de orientación y forzados a abandonarlo contra su voluntad e interés.
Por todos esos motivos, el colectivo de docentes de lenguas clásicas en las Enseñanzas Secundarias, atendiendo a intereses educativos del alumnado, y basándose en la Orden de 29 de Mayo del MEC (BOE de 4 de junio), en cuyo anexo se vinculan las materias de Latín y Griego, tanto a las ramas de Humanidades como a las Ciencias Sociales y Jurídicas , SOLICITA:
1. Una reflexión más profunda por parte de los gestores universitarios antes de considerar este documento aludido como definitivo y de aplicación para los próximos dos años.
2. Se tienda a igualar el número de materias valoradas para cada acceso específico: según especialidades va de 2 a 4, y eso genera una desigualdad de posibilidades entre los alumnos.
3. Se incluya la ponderación del Griego a 0,2 para los estudios de Humanidades, Historia del Arte, Filosofía y Traducción e Interpretación.
4. Se pondere como mínimo el Latín a 0,2 para el ingreso a los estudios de Derecho, Criminología, Periodismo e Información y Documentación, en que hasta ahora los alumnos accedían preferentemente con opciones mixtas de Latín y Matemáticas, o incluso con cuatro materias de modalidad, cursando Matemáticas y Economía y un Latín como materia de modalidad optativa durante sus dos años de bachillerato, o incluso con Latín y Griego: semejante rica y variada formación, elegida por ellos mismos, debería tener un claro refrendo universitario en todas sus variantes.
5. Se pondere el Latín y el Griego como materias meritorias junto a otras en estudios en que las artes de todo lenguaje son de valiosísima utilidad, como el Magisterio, la Publicidad o la Comunicación Audiovisual.
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